Cuando una es friki, es friki. No hay termino medio: eres peculiar en el cole, extravagante en el instituto y si llegas a la uni ya eres definitivamente raruna. Y luego tienes un funko de Yoda en el curro.
Y cuando llega el momento de tener churumbeles (si es que llega, ojo) no vas a dejar de ser lo que eres. Claro que siempre ha habido clases. Ahí van 11 señales de que eres una friki-mamá como dios manda. Las hemos leído en una web de mamás cool llamada Romper, pero te las dejamos en versión libre.
En resumen, eres una mamá friki nivel pro si…
1.- En el embarazo, ya le llamas de un modo friki. Nada de “lentejita” o “garbancito” (¿por qué siempre cosas que se comen, por cierto?) . Tú le llamabas “el hobbit”. E intentabas no pensar demasiado en “Alien, el 8º pasajero”.
2.- Hay serias posibilidades de que acabe con un nombre raro. Seguro que hay por ahí un número creciente de Alyas, Leias, Galadrieles o Frodos. Lo de Bilbo sólo tiene un pase si eres vizcaino y tienes muy mala leche.
4.- Ya estás pensando cuándo le pondrás Juego de Tronos. ¿A qué edad ya no es demasiado pronto para empezar a ver morir Starks? ¿Y las pelis de Marvel? ¿Qué le pongo primero, “una nueva Esperanza ” o “La Amenaza Fantasma”? Las dudas que tiene todo padre.
5.- Ya has decido a qué casa de Hogwarts pertenece. No vas a dejarle esa tarea a un sombrero. Con tu niño, ni hablar.
6.- Tus disfraces de Halloween/carnaval no son como los de los demás. Otros se lo curran. Lo tuyo ya es de otro mundo.
7.- Se sabe “esas frases” desde que empezó a hablar. Tu niño no dice que hace frío. Dice “se acerca el invierno”. “Tengo un mal presentimiento” y “siento un estremecimiento de la fuerza” le costaron mas, pero al final se las aprendió.
8.- Te encantan sus juguetes. No es que los hayas comprado pensando en ti. O sí. Qué mas da. Nadie va a enterarse.
9.- Le encantan tus juguetes. Intenta no ser muy posesiva, mamá. Recuerda: hay que enseñarle a compartir. Incluso eso tan chulo que te regalaron de La Frikilería y que decora tu escritorio. Incluso eso.
10.- Hablas con ellos y les tomas en serio. O sea: si te cuentan tres episodios de su serie favorita, tú entiendes lo importante que es eso para ellos. Qué leches: probablemente hasta te interese lo que está diciendo. Y recuerdas que a ti no te escuchaban así. Pero tú eres distinta: eres una friki-mamá.
11.- Resumiendo: Eres TAN tú misma, que quieres que ellos sean también así. O más. Si lo consigues, tienes nuestro aplauso eterno. Vivan las mamás frikis.