La vida sería mejor si estas cosas no pasaran, pero pasan. Pero a veces, incluso en el momento más triste, la gente saca fuerzas para ser maravillosa y demostrar su amor de formas únicas. Por ejemplo, disfrazándose de Harry Potter.
A Ryanna (Ry) Beatty le encantaba Harry Potter. No iba a ninguna parte sin dos cosas: un libro de la serie, y una sonrisa. Y lo segundo tenía mérito, porque Ryanna tenía leucemia. “Luchó muy duró, de verdad que sí”, dice Kayla, su madre. “Se lo puedes preguntar a a cualquiera: no importaba por lo que estuviera pasando, que siempre iba con una sonrisa”.
Lo malo es que Ryanna, que adoraba a Luna Lovegood y era Ravenclaw de corazón, perdió la batalla la semana pasada, cuando tenía sólo 11 años. Y sus padres, desconsolados y todo, tuvieron una idea que sólo puede definirse de mágica: pedir a sus vecinos, amigos o a todo aquél que quisiera, que les ayudaran no a llorar la muerte de su hija, sino a celebrar la vida.
“Tuvimos respuesta hasta de gente de Irlanda, que quería saber a qué hora era el funeral para elevar su varita en el momento exacto”, cuentan desde la funeraria.
El funeral fue el sábado pasado, así que ya es un poco tarde para nosotros. Pero por qué no: fans de Harry Poter, elevemos un momento nuestras varitas.
Buen viaje, Ry.