Por qué los príncipes de Inglaterra no valen para stormtroopers

Por qué los príncipes de Inglaterra no valen para stormtroopers

Hay cosas que, por muy príncipe que seas, no puedes lograr. Otras sí: vives en un palacio, viajas por el mundo y qué casualidad que siempre se enamoren de ti chicas guapísimas. Pero todo tiene un límite, y si no que se lo digan a Enrique y Guillermo de Inglaterra.

Sí, sí, los principitos William y Harry, los hijos del heredero al trono Charles (que ya se va quedando arrugado, de lo que dura su mamá). Pues resulta que ambos, fans de Star Wars hasta las cachas (minipunto para la monarquía británica) fueron invitados a hacer un cameo en la última de Star Wars. O eso dice toda la prensa british, que de eso debe saber.

Aparentemente ambos iban a pasar desapercibidos bajo el casco de los soldados de asalto de la Primera Orden. Pero al grabar la escena, enseguida se notó un problema… de altura. Por si no te has fijado, todos los ‘stormtroopers’ de Star Wars parecen calcaditos: todos de la misma estatura. (Y si están hechos por ordenador, más). Todos alrededor de 1,75, para que las filas queden bien en los hangares de los malos.

Ahí viene el problema: los dos príncipes son rubios, delgados… y altos. Demasiado altos. Sobresalían entre sus compañeros como Blancanieves entre los enanitos. Y claro, como que “no había manera de que quedara bien”, ha venido a decir el mismo John (Finn) Boyega.

Aunque quién sabe. Igual es un truco para desviar la atención y, en realidad, los principitos sí que estén ahí. Mmmmm: ya tenemos una excusa para ver ‘Los Últimos Jedi’ otra vez (no,  con seis no basta).

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