Pues más de lo que me hubiera imaginado. Recientemente he estado leyendo el Libro tibetano de la vida y de la muerte de Sogyal Rimpoché, un clásico en materia de budismo, y a medida que iba leyendo tradiciones y costumbres ancestrales del Tibet más me daba la sensación de estar leyendo una novela sobre los Jedi. Por ejemplo:

– La relación tan especial que tienen el maestro y el padawan también se da en los monjes budistas. En ambos casos empiezan las enseñanzas desde bien pequeños, y también se habla del carácter bonachón y bromista de los maestros más avanzados ¿Y en quién te hace pensar eso si hablamos de Star Wars…? Pues en las primeras apariciones de Yoda, sonriente y juguetón ¡Pero lleno de sabiduría!

– La idea de la fuerza como algo que une a todos los seres vivos se podría comparar con el dharma en el budismo, o con el karma incluso: está en equilibrio y afecta a los demás.

– La muerte de los maestros más avanzados se narra en este libro de una forma que también te hará pensar en Star Wars: El cuerpo desaparece, dejando solo las ropas que lleva el difunto y se convierte en luz… Obi-Wan, ¿estás ahí?

– Superar el apego. Otra de las características que han tomado del budismo es la liberación del apego que tantos problemas le trajo a Anakin durante su adiestramiento, primero con su madre y más tarde con Padmé (que por cierto en sánscrito significa “Flor de loto rosa”, como bien dicen estos chicos en un artículo del mismo tema).

– Los poderes psíquicos de los maestros muy muy avanzados. Se dice en el Tibet que los maestros que ya han encontrado la iluminación en vida tienen poderes especiales para ayudar a los demás que jamás revelarán si no es necesario. Seguro que te suena: levitación, curación rápida, conexión mental con otros seres vivos…

– Las pintas que me llevan. Lo cierto es que no hacía falta más que mirar el hábito del Jedi para ver que hay alguna relación ahí. Vale, el traje no es tan naranja ni exactamente igual, pero la semejanza ahí está.

– ¡Los sables láser! jajaja No, es broma. Pero ojalá.

Pero ya lo que me ha confirmado que George Lucas ha sacado bien de ideas de esta cultura es conocer el nombre de uno de los maestros del Tibet: ¡Geshe Chekawa!
¿Tendría tanto pelo este maestro como nuestro wookie favorito?

Y es que nuestro querido George tomó inspiración del mitólogo Joseph Campbell, famoso por sus trabajos en religión comparada y autor de El viaje del Héroe (que ahora se estudia en todas la academias de cine), para hacer una historia universal. Así que algo me dice que nos encontraremos más sorpresas si seguimos buscando paralelismos con otras historias y mitos del resto del planeta.
Con esta receta, ¿Cómo no iba a tener éxito en todo el mundo?