Algo tienen, de verdad. Muchos de ellos ya estaban por las pantallicas de medio mundo cuando nosotros no habíamos nacido, y lo curioso es que ahí siguen: les llaman retro-games. Nosotros les decimos juegos viejunos.
Por poner una frontera, todos los juegos que salieron antes del año 2000. Viejunos pero bien vivos: de hecho, muchos se pueden encontrar, por ejemplo, para iOS o Android. Y es curioso, pero la mayoría siguen siendo asombrosamente jugables. Para quienes los vivieron en su día , porque les hacen recordar aquellos años, lo mismo que pasa con una canción (id a un concierto de Hombres-G, y sabréis de lo que os hablo). Y para los que no, porque estos juegos tienen un yo-qué-sé que que-sé-yo.
Bueno, al lío. Nos hemos puesto a recopilar nuestros favoritos indiscutibles. Son sólo 10, y habría muchos mas, así que seguro que nos dejamos alguno. Si lo echas mucho de menos, no tienes más que decírnoslo. (Que lo mismo no te hacemos caso, pero por probar…)
- Zelda: Link & Co tienen mas vidas que un saco de gatos, así que es difícil elegir una. Nos quedamos con todas, aunque “Ocarina of Time” mola mazo (aunque sólo fuera por ese pedazo de título).
- Mario: otro con versiones para parar un tren. Con y sin Super, con o sin cochecitos. Y si algún día queréis perder una retina, buscad la peli que hicieron en el 93. Jozú. Droga dura.
- Pac-Man: bueno, pues eso. Qué más vamos a decir. Es casi tan “se define a si mismo” como el…
- Tetris: Un juego diabólico: ha habido amistades perdidas y matrimonios rotos por el Tetris all over the world. Lo hicieron los rusos, claro.
- Donkey-Kong: una cruz en el pulgar izquierdo, un botón en el derecho. El nacimiento de una leyenda. Si en tu familia no ha habido una de estas maquinitas naranjas, considera seriamente cambiar de familia.
- Space-Invaders: marcianitos haciendo eses, terrícolas de lado a lado. Con qué poquito se forja una leyenda.
- Sonic: Correr y rodar, correr y rodar. ¿Y si confesamos que el bicho éste nos parecía un pelín repelente. Bueno, en fin, a millones de personas no, así que…
- Final Fantasy: Queremos un chocobo. Y que alguien nos devuelva las miles (millones) de horas empleadas en subir de nivel los personajes matando bicho tras bicho. La biblia de los RPG, y pa siempre.
- Mortal Kombat – Street Fighter: no sabíamos por cuál decidirnos, así que los dos. Nuestra vena asesina al máximo. Y si has sobrevivido a la peli de Mario, busca las pelis que se cascó Van Damme con la excusa de estos juegos. Eso sí que es ‘Mortal’.
- Doom: cuando aprendimos a matar en primera persona, con un bate, una sierra o un escopetón. Y sangre, mucha sangre. Jurrl. Eso sí, todo por una buena causa: no acabar muerto, al menos demasiado pronto.
Sí, ya sabemos: nos hemos dejado precisamente ése que era tu favorito. Sorry. Otro día, más.