Nos habíamos prometido no hablar de gatitos. Cuando empezamos a hacer un blog en La Frikilería nos propusimos hablar de las cosas que nos gustan (que pueden ser rarunas, sí, pero son nuestras) y no usar el recurso fácil de los vídeos de gatetes. Ya sabéis, rollo serio y conversación friki de altura. Star Wars a tope para los muy aficionados.
En fin, si no lo hemos conseguido hasta ahora, para qué empezar. Así que ahí va nuestro primer gatete. Claro que es un gatete particular: está para comérselo, con el tiempo será una máquina de matar… ¡y se llama Kylo Ren!
En realidad no es un gato, al menos no un gato doméstico. Es nada menos que un tigre blanco, un Panthera Tigris albino, raro como él solo. Y ha nacido de un pequeño milagro.
Sus padres, Zahra y Assad, fueron rescatados por el departamento de vida salvaje de Texas. Los tenía una persona no identificada, pero que no tenía permiso ni nada que se le pareciera. Estos bichos son muy “comprables” por gente sin escrúpulos que quiere una mascota exótica y rara, así que una pareja de albinos reproductores es una mina de oro.
Así que Assad-Han Solo fue operado enseguida, pero cuando iban a proceder con Zahra-Leia, los veterinarios descubrieron que no podían: estaba embarazada.
Hasta ahora: el pasado día 6 nació nuestro felinín. La responsable del refugio de vida salvaje, Vicky Keahey (pronúnciese “viquiquéihei”, si podéis) es muy fan de Star Wars, así que el bichín acabó llamándose Kylo Ren. Un nombre del lado oscuro para un tigre blanco: a viquiquéihei le gusta la ironía, por lo que se ve.
En fin, larga vida a nuestro primer gatete. Y que le vaya bien, aunque las cosas no le estan siendo fáciles: Zahra pasa de él, no lo amamanta ni nada, así que los cuidadores los han apartado.
Buena suerte, Kylo. Que la fuerza te acompañe, y llegues vivo a la cuarta trilogía. Que lo llevas crudo.
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